Por Marcos Cebrero
Claypole recibe a Liniers este viernes desde las 15:30 en el Capocasa. La topadora viene de ganarle al Deportivo Paraguayo.
Nos resulta muy dificultoso analizar a este Claypole a lo largo de estos ochos cotejos disputados, una película tambera que partido tras partido nos regala una nueva escena, y con ribetes totalmente diferentes, que no hacen más que sembrar un desconcierto generalizado.
En lo que va de competencia por los puntos hemos sido testigos de rendimientos totalmente ambiguos, en el comienzo del torneo fue quizás donde se generaron la mayor cantidad de situaciones para convertir, pero realmente muy pocas terminaron en gol. Esto quiere decir que dentro de todo este desorden generalizado, las piezas que mejor ensamblaron fueron las encargadas de la confección de juego y a las pruebas me remito, en todos los encuentros “el Tambero” contó con oportunidades para marcar. Aquí se topó con otra de sus falencias y una de las causales de este presente irregular que padece el equipo de Roberto Agüero: su falta de definición en los últimos metros. A esto adjuntémosle el malestar defensivo que se pudo vislumbrar en lo que va de este certamen. Toda esta sucesión de hechos podrían explicar porque este Claypole aun no tiene un patrón de juego específico, y es esclavo de su tamaña irregularidad.
Aparentemente las cosas intentan volver a su cauce normal, victoria ante Ituzaingo en un reducto difícil, no le convirtieron que es importante, ya que es la segunda vez que no lo hacen, salvo Lugano todos le marcaron goles.El rival de hoy es el siempre difícil Liniers, que si bien todavía no es protagonista, puede complicar y mucho al tambo. Hoy por lo hoy lo primordial es volver a mantener el cero en la valla, esa puede ser la inyección anímica que esta defensa necesita, porque el gol, el grito más lindo y maravilloso que tiene el fútbol, llega por decantación.
Claypole recibe a Liniers este viernes desde las 15:30 en el Capocasa. La topadora viene de ganarle al Deportivo Paraguayo.
Nos resulta muy dificultoso analizar a este Claypole a lo largo de estos ochos cotejos disputados, una película tambera que partido tras partido nos regala una nueva escena, y con ribetes totalmente diferentes, que no hacen más que sembrar un desconcierto generalizado.
En lo que va de competencia por los puntos hemos sido testigos de rendimientos totalmente ambiguos, en el comienzo del torneo fue quizás donde se generaron la mayor cantidad de situaciones para convertir, pero realmente muy pocas terminaron en gol. Esto quiere decir que dentro de todo este desorden generalizado, las piezas que mejor ensamblaron fueron las encargadas de la confección de juego y a las pruebas me remito, en todos los encuentros “el Tambero” contó con oportunidades para marcar. Aquí se topó con otra de sus falencias y una de las causales de este presente irregular que padece el equipo de Roberto Agüero: su falta de definición en los últimos metros. A esto adjuntémosle el malestar defensivo que se pudo vislumbrar en lo que va de este certamen. Toda esta sucesión de hechos podrían explicar porque este Claypole aun no tiene un patrón de juego específico, y es esclavo de su tamaña irregularidad.
Aparentemente las cosas intentan volver a su cauce normal, victoria ante Ituzaingo en un reducto difícil, no le convirtieron que es importante, ya que es la segunda vez que no lo hacen, salvo Lugano todos le marcaron goles.El rival de hoy es el siempre difícil Liniers, que si bien todavía no es protagonista, puede complicar y mucho al tambo. Hoy por lo hoy lo primordial es volver a mantener el cero en la valla, esa puede ser la inyección anímica que esta defensa necesita, porque el gol, el grito más lindo y maravilloso que tiene el fútbol, llega por decantación.
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