sábado, 7 de agosto de 2010

BELLO Y DIEZ MAS

Por Marcos Cebrero


En un comienzo para el olvido Claypole perdió como local 1-2 ante juventud Unida. En el final del cotejo fue expulsado el volante “tambero” Osvaldo Gáspero.


Decididamente no fue el mejor arranque para Claypole. Mostrando frivolidad defensiva, desorden, y una considerable escasez de volumen futbolístico, el “tambo” cayó 2 a 1 en su casa ante Juventud Unidad, con una actuación sublime del portero visitante Carlos Bello.

Panorama complicado para el local desde el comienzo, cuatro minutos de juego y la visita ya estaba arriba en el marcador. Falla del fondo blanco y negro, y el oportuno Lionel Fonzalida venció a Castro en el mano a mano y señaló el 1 a 0 para el “Lobo”. Baldazo de agua helada para los presentes en el Capocasa, una anotación inesperada puso en aprietos a los players de Micieli. La respuesta rápida, por momentos desarreglada de Claypole no tardó en llegar. Remate de Nicolás Aranda y tapada de Carlos Bello, cabezazo del “chino” Correa y contención del 1, otro disparo del “pulpo” Aranda y respuesta del portero rojo para enviarla al tiro de esquina.

El “tambo” a pesar de su floja performance generó como para estar cómodamente arriba en el tanteador. Pero su veleidad en la definición y la enorme figura del “loco” de juventud, no lo dejaban capitalizar en la red. Y como si esto fuera poco, cuando se esfumaba el primer capitulo, el 2 a 0 cero de Fonzalida empezó a enterrar al elenco sureño.

En estas circunstancias, cambiar el rumbo de la partida se tornaba una misión irrealizable. Enancados al empuje de Matías Correa y el “portugués” De Oliveira el “tambero” no hizo más que agigantar la enorme figura de Carlos Bello. Sin embargo cuando caía el minuto 43 la testa del “portugués” selló el 1-2, luego que tres minutos antes el “gran capitán” Matías Correa malograra un penal.

No había tiempo para más, el final del juego lo decidió Fonzalida en el epílogo del primer tiempo. Claypole volvió a dejar al descubierto sus interminables flaquezas defensivas, y en ataque disipó absolutamente todo lo que generó. El “team tambero” tiene un corazón que no le cabe en el pecho, y se fue del campo premiado con un caluroso aplauso. Esta claro que de actitud no se vive, fueron demasiadas falencias para un equipo que pretende ser protagonista.


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